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Las Pataletas - Preguntas Frecuentes

  • Foto del escritor: Field Consultas
    Field Consultas
  • 3 mar 2018
  • 15 Min. de lectura

Actualizado: 7 abr 2018

Ya tiene la pataleta que hago?

Una vez que la rabieta ya ha comenzado, el pequeño parece fuera de sí. Para calmarlo y hacerle entender que no puede ser, solo hay una opción: intentar conseguir que salga de ese estado y hacer que nos escuche. Para ello, Papá o Mamá pueden arrodillarse frente a él, cogerlo por los hombros con firmeza y mirarlo hasta que él fije sus ojos en los del adulto entonces será el momento de hablarle con calma.


EJEMPLO:

Posiciónate a su altura para hacer contacto visual con él o ella tómalo(a) de sus hombros con mucho amor míralo(a) directamente a sus ojos y con un tono de voz calmada y normal le dices hijo(a) "en este momento, lo siento mucho no se puede” "Cuando te calmes hablamos"...y te quedas mirando a sus ojos, si la situación lo permite lo abrazas también lo importante es que le otorgues una explicación. Los niños, al igual que tú como adulto, necesitan razones válidas para saber el porqué de las cosas. Es importante también que sepa quién manda no pretendas cortar el proceso del berrinche bruscamente con alguna intimidación o maltrato físico es necesario que pase por esa etapa emocional y aprenda de ello.

Si no quiere que lo abrasemos permanezcamos en el mismo lugar donde ocurre la pataleta, sólo que en silencio y firme, poniendo atención a otra cosa sin descuidar al niño o niña hasta que la pataleta desaparezca. Luego nos volvemos a acercar y le decimos algo así como "entiendo como te sientes y no es malo que sientas eso...sólo que no es bueno que lo demuestres de esa manera" (probablemente el niño o niña no comprenda lo que se le ha dicho, todo dependerá de su edad , lo importante es que sienta que no estaba abandonado(a), mientras hacía la pataleta).


Cambiar de escenario también es otra alternativa, en ocasiones, ni ellos mismos sabrán cómo terminar con su propia pataleta. Es beneficioso cambiar de lugar: salir con ellos en brazos del espacio en el que se encuentran e ir a otro más abierto. A la vez el paseo puede distraer su atención y hacer que se centre en otra cosa.


Aquí algunos ejemplos:

Recuerda Siempre…Acércate siempre mirando a los ojos y con un tono de voz calmado(a) dile:

1.- “Andrea Te entiendo, sé que quieres que te compre ese chocolate, pero recuerda que no has comido y es necesario que primero lleves comida sana a tu pancita y después compramos el chocolate”.

2.- “Carlos, estás gritando y pataleando y eso no es bueno. Quiero saber qué te molesta, pero no podré escuchar tus palabras si continúas gritando”.

3.- "Esto pasa, porque tú no me has entendido, y yo no me he hecho comprender, no te preocupes yo me quedo aquí, cuando se te pase, volveremos a hablar”.


Hay que advertirle de que solo le escucharemos cuando hable en un tono normal sin gritos ni llantos, porque de otra forma es imposible entenderle. Es una buena técnica explicarle que cuando llora así nadie puede entenderle, por lo que no sabemos lo que quiere.

Cada niño es diferente y también lo es cada situación. Cada niño responde a un método disciplinario diferente. Intenta algunas cosas diferentes y ve cuál parece funcionar si tu hijo sigue haciendo pataletas sin importar lo que hagas, busca la ayuda de un profesional en la materia (Psicólogo,médico o un terapeuta), quienes pueden darte más ideas que se adapten a las necesidades específicas de tu hijo(a).



¿Es posible saber cuanto dura una pataleta?

Aunque las pataletas parecen eternas, el desgaste físico y emocional de los pequeños es tan grande que no suelen durar más de media hora y se reducen a 10 o 5 minutos si mantenemos siempre la misma actitud.


¿Es saludable que existan las pataletas?

Si, es bueno que exista la pataleta entre los dos y los cuatro años, los niños que entre esas edades no tienen pataletas debieran ser vistos por un psicólogo. Entre los dos y los cuatro años, llega un momento en que los niños empiezan su independencia y su razonamiento, y la única manera que tiene el niño de probarlo es oponiéndose a lo que le dicen los padres. Es la manera que tiene de fraguar esa independencia. Entonces las pataletas son buenas, en este sentido, porque nos indican que nuestro hijo está empezando esa independencia. Los niños que no tienen pataletas suelen ser niños demasiado sumisos nadie quiere un hijo sumiso que de mayor no sepa pedir un aumento de sueldo, ni sepa pedir sus derechos, ni queremos una hija sumisa en su matrimonio de adulto. Eso empieza en esta más tierna infancia.

¿Por qué suceden frecuentemente las pataletas y no se eliminan del todo?

Porque simplemente los padres ceden rápidamente sus caprichos o demandas. El niño se acostumbrara a este mal hábito y la secuencia continuara, sólo terminara cuando decidamos actuar correctamente.

Es una etapa pasajera con el tiempo, las rabietas se irán mitigando y espaciando cada vez más.

Lo más sorprendente de las rabietas no es la frecuencia (en ocasiones, diaria) o lo pronto que aparecen (a veces, antes de que el niño empiece a hablar) lo más llamativo es el ímpetu que los pequeños ponen en ellas, todavía no controlan sus emociones, y tampoco conocen aún la inhibición, así que patalean a lo grande, por eso es bueno que aunque las rabietas no desaparezcan, al menos se reduzcan en intensidad.


A esta edad aún no toleran la frustración y les resulta complicado comprender que no pueden tener siempre lo que quieren, si además tampoco son capaces de verbalizar lo que desean, el resultado es la fórmula ideal para que tenga lugar la rabieta. Por eso, que estas reacciones desaparezcan no depende solo de que consigan lo que quieren o no disminuirán cuando vean que no tienen efectos sobre sus padres, y sobre todo cuando puedan tolerar la frustración y expresar con palabras lo que hasta ahora solo pueden manifestar con pataletas.


¿Por qué los niños(as) hacen pataletas?

Los niños (as) no generan pataletas con intenciones de dañar o molestar a los adultos sino que son parte de su proceso de adaptación. Las pataletas pueden presentarse por diferentes razones: deseos no satisfechos, formas de expresar rabia y/o irritabilidad, como método para conseguir algo, entre otros. También hay que tener en cuenta que cuando los niños están cansados, hambrientos o incluso cuando están a punto de ponerse malitos están más irritables y son más propensos a las pataletas.

Tambien ciertos estimulantes ambientales pueden ser la causa de que tu hijo tenga más pataletas de lo normal a veces los niños tienen sensibilidad a los alimentos (especialmente al azúcar), a la luz, las muchedumbres, la música u otros factores que los irritan y hacen que se frustren.


La mayoría de las veces su enfado vendrá ocasionado por querer algo que no puede tener de ahí que ayude mucho a evitarlo el dejarle elegir solo entre dos opciones, si se le pregunta «¿qué quieres de postre?», el abanico de opciones que se abre ante el pequeño es infinito, y no siempre al gusto de los adultos, sin embargo si se le da elegir únicamente entre dos opciones ambas válidas, es más que probable que todo siga en calma. Preguntando «¿quieres un plátano o prefieres un yogur?», se le cierran las opciones posibles sin que él se dé cuenta y no tendremos que decirle «No».


Observa los momentos en que tu hijo tiene pataletas y considera si están conectadas a algo en el medio ambiente quita el estimulante y ve si eso ayuda.


Entre los 2 y 3 años, los niños están en una etapa del desarrollo en que inician cierta independencia de sus padres y el decir "No" responde a su búsqueda de autonomía. Con frecuencia desean más independencia de la que sus habilidades y seguridad permiten y desconocen sus limitaciones quieren tener el control y tomar decisiones, pero no saben hacer transacciones y toleran mal las restricciones además no saben expresar sus sentimientos verbalmente por lo que exteriorizan su rabia o frustración con llanto o retraimiento y a veces con pataletas.

Si bien estas expresiones de emociones no son agradables, no debemos considerarlas peligrosas e incluso serán útiles para el desarrollo del niño, pues constituyen una válvula de escape de tensiones, facilitando el cansancio y el sueño posterior. Generalmente, al despertar, estará calmado y de humor agradable. Si está enfermo, o existe demasiada tensión entre la gente que lo rodea, la frustración puede reiniciarse fácilmente. Los niños ansiosos, enfermos, temperamentales, con poco descanso o en ambientes tensionados tienden a tener pataletas más frecuentes.

¿Se pueden evitar las pataletas?

No es posible evitar la aparición de "todas las pataletas", y no debemos sentirnos culpables por eso, se trata de la manifestación de emociones que el niño debe aprender a manejar y nuestro papel es ayudarlo en esa tarea. De todas maneras existen medios para disminuir la frecuencia y/o severidad de ellas


¿Entonces cómo prevengo las pataletas de mi hijo?


Identifica para prevenir, primero que es lo que causa las pataletas, se puede deber a hambre, cansancio o enfermedad, hay que descartar todas estas alternativas y a partir de ello, elabora tu estrategia para controlarlo. Recuerda que cada niño es diferente y será necesario utilizar diferentes estrategias de acuerdo a su edad. Observa cuáles son los momentos o escenarios críticos en los cuáles el niño tiende a hacer pataletas basadas en la intolerancia, estar atentos a estas circunstancias y tratar de ayudar al niño a manejar la situación.


Uno de los lugares donde suelen darse más rabietas es el supermercado, así que hay que ir prevenidos. Es bueno dejar todo claro antes de entrar: avisarle que solo se va a comprar leche, pan y huevos, y nada más. Después, una vez dentro, podemos dejar que él participe en la compra cogiendo las cosas que se van a comprar (las más pequeñas, claro) y metiéndolas en la cesta de esa forma estará distraído y se sentirá útil, lo que evitará otras tentaciones.

Busca entender el motivo de su frustración y anticípate. Como medida preventiva es bueno tener muy presente por qué tu hijo ha tenido recientemente esas horribles pataletas. Recuerda que era lo que quería quizás así te será más fácil hacer un plan para evitar estos malos ratos tanto para ti como para él (y para toda la familia).


Convérsale e infórmale, es necesario enseñarle al niño lo que está bien y lo que está mal, siempre explicándole las razones del porque le están prohibiendo de hacer algunas cosas y ayudándolo en lo que realmente está bien, él niño debe saber de antemano el tipo de sanción que va a recibir por hacer algo que no debe. Esta es muy buena estrategia para anticiparte y evitarle una frustración innecesaria. Por ejemplo, mientras está desayunando explícale que como el día amaneció frío cuando vayan a salir al supermercado, en un rato, será importante que use su abrigo…probablemente te sorprenderás cuando sea él quien pida su abrigo y así evitarás un conflicto a la hora de vestirlo.

Ten a tu disposición varias alternativas y ofrécele las opciones, Favorecer las instancias en que los niños puedan elegir y tomar decisiones de acuerdo a su etapa de desarrollo fortalece su autonomía. Ofrécele alternativas a tu hijo, en aspectos que pueden ser siempre flexibles

Desde que se levanta, y durante varios momentos del día, permítele tomar decisiones, en cosas como; qué zapatos ponerse hoy, habiendo tú ya escogido previamente. Otro ejemplo, si se le está vistiendo es posible preguntarle: ¿qué zapato te pongo primero, el derecho o el izquierdo? y no ¿quieres ponerte zapatos o no? (salvo que los padres estén dispuestos a aceptar que la decisión del niño efectivamente sea no usar zapatos).

Cuál verdura prefiere (dile que hiciste un plato que tiene muchas verduras y pregúntale cuál prefiere ¡así te aseguras de que al menos coma un tipo de verdura!).

Si hace frío y es necesario abrigarle, la pregunta puede ser: Voy a ponerte un chaleco ¿prefieres el azul o el rojo?.

NO preguntar ¿quieres apagar la tele para que podamos ir a comer?, y preferir “vamos a comer, ¡que rico!”

En la casa, que es el contexto inmediato y más familiar del niño, debiera existir un ambiente que favorezca el juego, y una autonomía relativa que le permita realizar sus actividades cotidianas bajo supervisión y libre de peligro. Esto significa proveer un ambiente adecuado, en el cual los niños se sientan libres para jugar, y los adultos deben anticiparse a “crear” este ambiente.

Por ejemplo: si le ofrece a su hijo dibujar, retire las tijeras del estuche que le entregará antes de que él las vea. Deje maceteros, cables, enchufes, teclados, teléfonos (todo lo que usted no quiere que su hijo tome) fuera de su alcance antes de que a él le llame la atención.

Es importante tener presente que los niños en edad preescolar aprenden jugando y experimentando, por lo que el ambiente que los rodea influye directamente en su aprendizaje

En otras ocasiones, por ejemplo, cuando hay algún tipo de riesgo, no podrá hacer su voluntad y si es preciso habrá que tomarlo firme pero con cariño.

Logra distraer a tu hijo cuando crees que esta a punto de tener un episodio de pataleta ten a la mano alternativas ya pensadas.



¿Mi hijo está a punto de tener una pataleta, que hago?


Mucha atención,hablamos cuando todavía no se da la explosión (Pataleta). Anticiparse a la situación es garantía de éxito. Los padres saben perfectamente cuáles son las situaciones que pueden desencadenar una rabieta. ¿Por qué tentar la suerte?

A Luisito se le ponen las orejas rojas, Jesús aprieta fuerte los puños, Sandra lloriquea y se mueve inquieta en su silla... Son los signos de alarma que avisan de que el pequeño (a) está a punto de perder el control. En estas situaciones hay que echar mano del improvisador que cada padre lleva dentro para desviar la atención del niño. “¡Mira, vamos a contar cuántos coches rojos pasan!”, le dice la Mamá a su hija cuando la niña empieza aburrirse en el autobús o simplemente no dejar escapar una linda oportunidad como mostrarle ese “pajarito” que acabó de pasar en frente volando,ayudará a que le evites otra frustración.


Lograr distraer a tu hijo y que concentre su interés en otra cosa generalmente logra eliminar instantáneamente cualquier intento de pataleta.

La clave esta en mantenerte alerta y tener alternativas que motiven a tu hijo motivadores que te ayudaran en este proceso como por ejemplo; el cuento que le gusta, su personaje favorito.

Evite salidas o visitas muy prolongadas donde tengan que estar sentados o no pueda jugar. Analicemos la situación, si nos encontramos con amigos en la calle, no podemos pedirle a un niño de dos años que aguante media hora de conversación.



¿Cómo se siente mi hijo durante su pataleta?


Un niño, durante una pataleta, lo pasa mal y cuando un hijo lo pasa mal, sus padres deben estar a su lado y hay que explicarles, Ejemplo.-“Esto pasa, porque tú no me has entendido, y yo no me he hecho comprender, no te preocupes yo me quedo aquí, cuando se te pase, volveremos a hablar”.

Es muy importante que al niño le quede siempre en la memoria que cuando tuvo necesidad de sus padres, ellos estuvieron a su lado y no lo dejaron sólo.

Los niños también tienen derecho a desahogarse, por lo que a veces es incluso positivo que pasen por una rabieta. Cuando está inmerso en un ataque de furia, se le puede decir: «Pues sí que estás enfadado, avísame cuando se te pase», daremos a entender que nos preocupamos por lo que le pasa y de que no conseguirá nada poniéndose así.


Es muy importante que al niño le quede siempre en la memoria que cuando tuvo necesidad de sus padres, ellos estuvieron a su lado y no lo dejaron sólo.

Como dijimos, eso es algo evolutivo, relacionado con su crecimiento, y no tiene nada de anormal.



¿Por qué sólo hace pataletas con sus padres, y cuando lo cuida alguien más se porta bien?


Porque está intentando comunicar algo, sus padres son las personas más importantes y es con ellos con quienes se siente más libre para expresar su malestar.

El niño (a) sólo desarrollará las pataletas en presencia de sus padres o personas más allegadas porque está poniendo a prueba la existencia de límites y reglas, lo que no hará con personas que no conoce. Cuando su desafío va muy lejos y es restringido responde con una pataleta.

No debemos considerar que desea conscientemente hacerle la vida ingrata a sus padres y ciertamente no prefiere a los extraños, esta explosión emocional ante nuestros ojos, irónicamente, significa que tiene confianza en nosotros.


¿A veces a mi hijo le explico algo y no me hace caso?


En niños de dos a cuatro años es difícil que nos entiendan como queremos, hay que tener mucha paciencia. Hacia los cuatro años hay algunos que pueden entender estas cosas. Si hay padres que todavía no calibran las consecuencias de sus actos, imagínate los niños. En niños pequeños es muy difícil es algo que podemos ir explicándoselo y lo va a entender en el momento en que lo entienda es como la idea del orden, una cosa es que tú a tu hijo le puedas hacer recoger unos juguetes, niños de cuatro años pueden recoger los juguetes perfectamente pero tú entras en su habitación, le preguntas si está ordenada o desordenada, y no lo saben, no tiene el concepto de orden aún. Él, aunque vea juguetes por el suelo, te puede decir que está ordenada su habitación. Hay conceptos que entre los dos y los cuatro años los niños no lo tienen claro aún. Intenta explicarle a un niño que no puede meter los dedos en el enchufe por la corriente, hay cosas que a ciertas edades los niños no pueden entender y hasta que no superan la edad de los cuatro años hay conceptos que son muy abstractos y no los van a entender, evidentemente.


¿A qué edad aproximadamente comienza la pataleta?


Para el inicio de las pataletas no hay una edad en concreto porque cada niño es diferente y las situaciones familiares también, las rabietas generalmente comienzan alrededor de la edad de 12 a 18 meses, Casi la totalidad de los niños pequeños tiene este tipo de episodios en ocasiones, especialmente entre los 2 a 3 años, y si son bien enfrentados irán disminuyendo en intensidad y frecuencia hacia los 4 a 5 y 6 años. Después de esta edad casi no deben volver a presentarse.


¿A qué edad aproximadamente se termina la pataleta?


Como cada niño tiene una evolución diferente, es difícil precisarlo. Pero para ponerlo en un promedio, este tipo de comportamiento debiera terminarse alrededor de los “seis años”. La mayor parte de psicólogos de todo el mundo suelen hacer diferenciaciones entre el niño de 0 a 2, el de 2 a 5, y el de 6 en adelante.

Hay muchos especialistas que hablan de que a partir de los seis años se marca una etapa muy diferente de la niñez más primera todo depende de la evolución del niño. Lo que pasa es que los padres confunden tener rabietas con un niño que no hace caso a su padre o que tiene sus propias ideas eso es otra cosa. Si tú le dices a tu hijo de diez años haz los deberes y no quiere hacerlo, entonces eso no es una “pataleta”, es una “posición”. Lo que hay que ver entonces es preguntar el porqué de esa posición.



¿A veces pienso que la actitud de mi hijo de decir “No” y hacer una pataleta es intencional o es para molestarme o para manipularme, tengo razón o estoy equivocado?


Usted está equivocado…..Voy a poner un ejemplo. Imaginen que cinco minutos antes de comer, van a comprar a la tienda y en la tienda, tienen caramelos a la venta o cosas relacionadas y el niño pide a su madre un caramelo, su madre le dice entonces que no, porque van a comer y se le puede quitar el hambre, El niño no entiende en ese momento por qué un caramelo, que es tan bueno, y que su madre se lo ha dado muchas veces, por qué no puede comérselo en ese momento.


Y esto ocurre así, porque un niño de dos años no entiende de “Nutrición infantil”. Y en ese momento se va a producir una pataleta, porque el niño no entiende el por qué de la negativa de su madre. En cambio, él sigue pensando en los caramelos y no comprende, porque empieza su independencia y su propio razonamiento.

Si a ese niño se le dijera mira ya vamos a comer o ya te lo compro y lo comemos de postre, es difícil que entre los dos y los cuatro años lo entienda, si entendiera todo eso la pataleta no se daría. Por eso en niños mayores, de cuatro o cinco años, con las “Explicaciones”, las pataletas se van. Es muy difícil que un niño de seis o siete años tenga una pataleta. Puede tener una discusión con sus padres y puede que incluso les insulte. Pero la típica pataleta que conocemos, aquella de un niño que se tira al suelo, llorando, gritando y pataleando, eso los mayores no lo hacen, porque ya tienen otras armas como el lenguaje para discutir con sus padres. Una pataleta es eso: “Un niño pequeño que no entiende una cosa que dicen sus padres cuando él piensa otra”.


¿Cómo actuó en situaciones de "pataletas" puntuales como; si me muerde, no quiere que lo vista, no quiere ir a dormir ó bota la comida?


Mordeduras y manotazos: Algunas veces los niños pierden el control y muerden y golpean a los padres en ese caso, de manera calmada y seria mirándolo a los ojos dígale: “No le puedes pegar a mamá… eso duele” y mantenga su enojo por buen tiempo, demuéstrele que lo que hizo estuvo mal.

La lucha por vestirse: Si su niño no quiere vestirse o desvestirse deténgase por unos segundos y dígale: “Cuando estés listo, seguimos”, recuerde no perder la calma, no lo fuerce ni lo jalonee, porque así le da la razón a él y la lucha por vestirse nunca acabara, también puede ponerle tiempos: “Si al acabar de ver “Barney” no terminas de vestirte no salimos al parque” si cambia su actitud y accede a cambiarse abrácelo, béselo y explíquele el por qué debía cambiarse y que espera que la próxima vez obedezca

Arrojando la comida: cuando pase esto, bájelo de la silla de comer y dígale mirándolo a los ojos: “La comida no se bota” espere uno minutos y vuélvalo a intentar, si lo hace de nuevo, repita la misma técnica, lo más probable es que le tome uno o dos días en la aplicación de este método de corrección pero mientras más perseverante sea, mejores resultados obtendrá a corto y largo plazo.

No quiere dormir: Hay niños que aborrecen el momento de dormir es como si se perdieran algo importante para ellos durmiendo y pelean con el sueño. Antes de dormir hazle algún ritual tranquilizante, tipo bañarle, cenar juntos, leer un cuento, todo actividades tranquilas. No le digas que ya es hora de dormir ve con tu hijo y le dices que tienes ganas de charlar tranquilamente con él en la cama le cuentas un cuento, háblale sobre cómo ha sido tu día o su día, lo acaricias y despacito, despacito, ira cerrando sus ojitos.

Jamás le diga: “ya no te voy a querer” o ” me voy a cambiar de hijo”, por que generará un sentimiento de culpa, tenga en cuenta que para los niños saber que los padres están molestos es sumamente doloroso, psicológicamente posee un mayor poder que dar de gritos, amenazarlo o pegarle.

Algunos niños pueden tener pataletas debido a que son más emocionales. Al igual que los adultos, algunos niños son calmados y otros son más dramáticos. Una buena pataleta libera la energía acumulada, la frustración, la ira y otras emociones...Es natural.

Cada niño es diferente y también lo es cada situación. Este artículo no es la solución para cada pataleta. ,Papá y Mamá Tú tienes el control, mantén la calma. Si te das cuenta de que estás enojado, molesto, frustrado, irritado, etc, entonces trata de salir de esa situación y calmarte antes de intentar calmar al niño enojado.

Recuerde que solo la perseverancia y la constancia son las mejores herramientas que ayudaran a corregir a su niño y que el respeto se basa en la confianza y la comunicación mas no en el temor.

Si le enseñas a tu hijo a reprimir sus emociones, ¡estás creando un adulto que no será capaz de expresar sus sentimientos!



 
 
 

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